Cada mañana se presentan temprano a la parroquia que los ha acogido. Así los miembros de la primera delegación de Peregrinos de la Paz que se encuentra en Teresópolis, estado de Río de Janeiro, se impregnan cada vez más del espíritu misionero que esta travesía les tenía preparada, y lo reflejan.
La Semana Misionera, actividad preparatoria a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ Río 2013), inició el 16 de julio en la parroquia San Pedro con una misa inaugural, celebrada por el párroco José Luis Montesano.
Esta comunidad parroquial ha sido una buena anfitriona, primero al acoger en las casas de sus feligreses a cada uno de los miembros de las delegaciones de peregrinos, y han recibido a dos: una de Venezuela y la otra de El Salvador.
Por conmemorar ese día a Nuestra Señora del Carmen, previo a la misa se rezó el Santo Rosario, intercalando un Misterio en Portugués y otro en Castellano. Ya la mayor parte del rito de la Misa fue en el idioma local y las Lecturas, así como el Evangelio fueron leídos en Castellano.
Terminada la Eucaristía se entregó a los peregrinos las credenciales de la Semana Misionera, que servirán sólo para esta semana, así como un morral que contenía un instructivo, squezze, stickers y otros recuerdos.
“Josarrio de la Cruz” por Rosario de la Cruz, “Geshia” por Grecia y “Yose” a cada uno de los José que estaban presentes en el templo parroquial hizo divertida y corta la espera para que trataran de llamar por su nombre a cada uno los casi 100 peregrinos, que suman en total ambas delegaciones.
Así se dio paso a una deliciosa y abundante cena con albóndigas, feijoada (frijoles negros enteros con caldo y chorizo), farofa (desmenuzado de huevo con tocino y harina de yuca), ensalada fresca y arroz blanco; seguida de la sobre mesa con muchos dulces, conservas de coco o de abóbora (calabaza) y pastel de chocolate.
Ayer se dio paso al primer día de actividades que incluyó el paso de la bandera con el logo de la Jornada a la delegación de El Salvador y Venezuela, estas fueron portadas orgullosamente, mientras se caminaba hacia la “Casa da Memória Arthur Dalmasso”, un Museo Municipal que administra la Secretaría de Cultura.
Al paso por las calles los lugareños se asomaron curiosos a las ventanas de sus negocios o condominios a saludar, y se animaron a decir con el típico acento brasileño: Bem-vindos.
El objetivo de la JMJ Río 2013 se está materializando: “Que todos seamos un solo pueblo a partir de que convertirnos en misioneros”.