La hermandad de la juventud se vive en Jornada Mundial

Llevar una bandera y el kit del peregrino a la vista es suficiente para ser amigos, en todo Río ahora se vive un ambiente de emoción.

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elsalvador.com

Por Zaida Navarrete Colaboración especial Boletín Salesiano

2013-07-22 12:00:00

RÍO DE JANEIRO. Desde las pancartas esparcidas por toda la ciudad con los motivos de la Jornada Mundial de la juventud, hasta la desbordada alegría que transmiten tanto locales como extranjeros, todo permite sentir un ambiente de fiesta como pocas veces se puede experimentar en la vida.

Los grupos de peregrinos de diversos países del mundo cruzan las calles brasileñas admirados por la belleza de la ciudad y de repente se encuentran con jóvenes que gritan el nombre de su país y saludan con la más grande efusividad: “Oi!”, “Hello!”, “Hola!”, los idiomas se confunden entre el griterío, pero la camaradería es unificadora: todos se sienten parte de una misma familia y se saludan con la misma alegría de hermanos que tienen mucho tiempo de no verse pero que finalmente pueden reunirse como en su casa.

Si esto pasa con aquellos que vienen de distintas partes del mundo, los brasileños y brasileñas no se quedan atrás.

Los cariocas han tomado muy en serio su calidad de anfitriones y se esmeran por brindar el ambiente más cómodo posible para sus invitados internacionales: ofrecen ayuda incansable las 24 horas del día y siempre regalan la mejor de sus sonrisas a quien quiera que se acerque a ellos para preguntar algo, para saludar o incluso para pedirles que se conviertan en fotógrafos particulares.

Todo Río ahora es una fiesta de colores en nombre de la fe, de la Iglesia y su pastor.