Segundo encierro deja cuatro lesionados

Seis toros de ganadería de Dolores Aguirre protagonizaron el encierro Los lesionados fueron trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra

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elsalvador.com

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2013-07-08 8:00:00

Los toros sevillanos de Dolores Aguirre protagonizaron ayer el segundo encierro de los Sanfermines 2013, el cual fue descrito como rápido y con un comportamiento noble, y que no causó heridos por asta. Pero si se registraron cuatro heridos por contusiones.

Los seis toros negros de la ganadería de Dolores Aguirre protagonizaron un emocionante encierro que duró dos minutos con 27 segundos, a pesar de dividirse en dos grupos y que hubo algunos atropellos de mozos por parte de los astados, pero sin consecuencias importantes.

La anécdota la protagonizó uno de los cabestros (buey manso que sirve de guía a los toros), que tras caerse al inicio del recorrido trató de dar marcha atrás e incluso obligó a interrumpir el trabajo de los servicios de emergencia que atendían a los contusionados.

De las cuatro personas afectadas, tres presentan heridas leves, una con fractura de tibia y peroné y otra con traumatismo craneal, según informaron los servicios sanitarios.

Ayer se registró un menor número de participantes que el domingo, donde miles de corredores quisieron participar en el primer encierro de los Sanfermines 2013.

Los tradicionales encierros son el acto central y el más internacional de la fiesta de San Fermín, en los que está prohibida la participación de menores de edad o de personas bajo los efectos del alcohol.

La carrera

Tras cumplir con los tres cánticos de rigor ante la imagen de San Fermín en los que se pidió protección al santo, los mozos esperaron la puntual salida de la manada, que desde los corrales de Santo Domingo iniciaron la carrera encabezados por un manso y uno de los Aguirre, a los que seguían el resto de los hermanos.

Compactos por el centro de la calzada enfilaron la cuesta de Santo Domingo, donde se produjo alguna caída, aunque los bureles mostraron desde el inicio su nobleza al no derrotar hacia los corredores.

Ya con más velocidad abordaron la plaza del Ayuntamiento y la entrada a la calle de Mercaderes, donde uno de los toros cayó, al igual que uno de los mansos, pero se levantaron y alcanzaron a la manada sin presentar mayores problemas.

Superada de forma limpia la curva de acceso a la calle Estafeta, la torada comenzó este tramo encabezada por un cabestro, seguida por tres de los astados, tras los que marchaban otros dos mansos y cerraban el grupo los otros tres Aguirres.

La longitud de la calle y los grandes huecos que ayer se dieron permitieron al grupo estirarse y encontrar sitio a los mozos, algunos de los cuales cayeron y formaron un montón en la parte derecha de Estafeta, por encima del cual saltó de forma limpia uno de los bureles.

Una vez agrupados, los dobladores consiguieron conducir a la manada a los chiqueros sin problemas. —REUTERS / EFE