Boxeo y jazz se unen en la ópera “Champion”

Se trata de una obra inusual del Teatro de la ??pera de San Luis, acerca de la tolerancia en EE. UU.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por

2013-06-20 8:00:00

NUEVA YORK. Emile Griffith soñaba con diseñar sombreros para mujeres. La vida, sin embargo, lo llevó por otros caminos y terminó siendo boxeador. No un boxeador cualquiera, sino un pugilista de leyenda. Y gay.

Su vida, que incluyó la muerte de un rival al que mató a golpes en el ring porque lo había ofendido por su orientación sexual, es ahora el tema de una inusual ópera que fusiona boxeo y jazz.

La obra, llamada “Champion” y basada en un libreto de Michael Cristofer, un escritor que ha ganado un premio Pulitzer, fue estrenada a mediados de junio en San Luis, pocas semanas después de que el jugador de la NBA Jason Collins se convirtió en el primer deportista activo de uno de los cuatro deportes grandes de Estados Unidos que revela que es gay.

El compositor de música jazz Terence Blanchard jamás se imaginó lo significativa que podía llegar a ser la obra cuando aceptó un encargo del Teatro de la Ópera de San Luis hace tres años.

Griffith fue un campeón wélter y mediano que marcó una época. En 1962 noqueó al cubano Benny “The Kid” Paret, quien quedó en coma tras recibir una andanada de 17 golpes en siete segundos. Falleció 10 días después. El cubano había ofendido a Griffith con un comentario despectivo sobre los gays.

En una biografía publicada en 2008, Griffith habló de lo difícil que era ser un deportista bisexual en una era de mucha discriminación. Su patrón en un taller de ropa lo alentó a que se hiciese boxeador para ayudar a su familia en las Islas Vírgenes.

Blanchard dijo que se inspiró en algo que dice Griffith en su biografía: “Mato a un hombre y la mayor parte de la gente me comprende y me perdona. Pero amo a un hombre y mucha gente dice que es un pecado imperdonable”’.

“Para mí es la historia de un hombre que pelea para reconciliar la persona que es por afuera con la persona que es en su interior”, dijo Cristofer. “Era un joven que quería hacer sombreros y cantar y jugar béisbol, y en su lugar fue un boxeador famoso. Estaba confundido en torno a su identidad sexual y esa confusión lo llevó a la violencia”.

Griffith tiene hoy 75 años y vive en un asilo de ancianos de Hempstead, Nueva York. Sufre de “demencia pugilística”, derivada de las más de 100 peleas que hizo como profesional, y requiere atención a tiempo completo.

Blanchard dijo que espera que la obra ayude a acercar el jazz y la ópera. “Es una historia dramática y espero que genere una conversación sobre la tolerancia”, acotó. —AP