Crup, cuando la tos es bulliciosa y seca

Los más afectados son los niños entre los tres meses y cinco años de edad. Puede ser causado por diferentes virus, por una reacción alérgica y, en raros casos, por ciertas bacterias

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elsalvador.com

Por Texto: José Osmín Monge

2013-06-08 7:00:00

Una tos persistente y seca, que se asemeja al ladrido de un perro o al sonido de una foca, es lo que caracteriza al Crup, una afección muy frecuente en niños. No se trata de una enfermedad única, sino de un grupo de problemas, en las que la inflamación de la vía aérea superior (especialmente la laringe) produce una tos con sonidos sibilantes. Este problema de salud también es llamado laringotraqueitis o laringotraqueobronquitis.

Se cree que la palabra Crup deriva de los vocablos “kropan”, palabra anglosajona que significa “llorar fuerte” y “roup” palabra escocesa que significa “llorar con voz aguda”.

La mayoría de los casos de Crup son el resultado de una infección viral, aunque en algunos casos puede ser causado por una bacteria o por una reacción alérgica.

Los virus que más comúnmente provocan este problema son el de la parainfluenza 1,2 y 3 (responsables de la mayoría de los casos), el adenovirus, el virus sincicial respiratorio y el de la influenza o gripe.

El Crup también puede se de tipo alérgico. Este es producido por la reacción alérgica desencadenada por la ingestión de algún alimento o medicamento o por la picadura de un insecto, en un niño con antecedentes personales o familiares de alergia.

Según la doctora Roxana Margarita Córdova, pediatra, el Crup suele presentarse entre los tres meses y los cinco años de edad y tiene una mayor incidencia durante los meses donde hay mayor humedad (de mayo a noviembre).

“En la época lluviosa y en los días de fuertes vientos es muy frecuente este problema. Es muy común que empeore durante las noches y suele durar entre cinco y seis días, pero las primeras dos noches son las peores”, explica la doctora Córdova.

Algunas bacterias se han visto implicadas con la aparición del Crup, como Mycoplasma pneumoniae, Staphylococcus aureus, Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumoniae y Moraxella catarrhalis.

La doctora Delmy Chacón de Morán, otorrinolaringóloga, manifiesta que, como en la mayoría de las infecciones de vías respiratorias, el agente causal del Crup entra por la nasofaringe (porción nasal de la faringe que está detrás de la nariz y por encima del paladar blando), posteriormente se extiende hacia al epitelio de la laringe y la traquea, donde se puede detener o puede continuar invadiendo.

“Esta invasión provoca una inflamación y un edema de la tráquea y de las cuerdas vocales. Ese edema (acumulación de líquidos) ocasiona una disminución en el calibre de la tráquea lo que provoca gran parte de los síntomas”, describe la doctora de Morán.

Incómodo pero no mortal

La doctora de Córdova expresa que el Crup inicia con una sintomatología respiratoria inespecífica, como secreción nasal y tos, que puede durar de 12 a 48 horas, después desarrolla ruido inspiratorio, ronquera y la tos áspera característica.

“En muchos de los casos suele haber fiebre, que por lo general está por debajo de los 39 grados centígrados. Los síntomas del Crup pueden empeorar cuando el niño llora o se asusta”, dice la doctora Córdova.

El Crup alérgico puede llegar a ser grave, por lo que requiere atención médica de urgencia.

Los casos leves de Crup viral no precisan más tratamiento que humidificar la vía aérea mediante nebulizaciones o vapor.

Los síntomas pueden disminuirse respirando aire húmedo. Los especialista recomiendan abrir la ducha de agua caliente para saturar de vapor el baño y que el niño respire ese vapor durante algunos minutos.

Si no se cuenta con ese tipo de ducha es recomendable calentar agua en una olla, meter el recipiente en el cuarto de baño, dejar que el vapor inunde el lugar y exponer al niño a ese vapor. Los padres de familia deben tener mucho cuidado con el agua caliente dentro del baño.

Como el llanto empeora la tos, es necesario tranquilizar al niño y distraerlo, así la tos disminuirá.

En la mayoría de los casos la simple exposición del paciente a la inhalación de aire frío y húmedo hace que el ataque de tos se interrumpa, ya que el frío desinflama a la laringe inflamada. La administración de analgésicos y antiinflamatorios, puede aliviar los síntomas, aún cuando no hay fiebre.

Ya que el crup es contagiosos es recomendable lavarse las manos antes y después de atender a una persona con esta enfermedad. También es conveniente mandar al niño al kínder o a la guardería cuando tenga la enfermedad.

Según la doctora de Morán, el crup no es tan peligroso como lo era en el pasado. Hoy en día, las vacunas contra el sarampión, la Haemophilus influenzae (Hib) y la difteria, protegen a los niños de algunas de las formas más peligrosas de esta afección.

“Es probable que el crup desaparezca por sí solo en una semana. Aun así, si el niño tiene un caso grave de crup, puede provocarle serias dificultades respiratorias”, manifiesta la doctora de Morán.

¿Es probable que el paciente con crup vuelva a contraer la enfermedad? La respuesta es sí. “Cuando el niño presente laringotraqueitis por segunda vez es necesario recurrir a la terapia casera (vapor húmedo) de inmediato. También es de gran ayuda acudir al médico lo más pronto posible”, dice la doctora Córdova.

Cada episodio de crup puede ser diferente. Algunos son más graves o necesitan un tratamiento más agresivo que otros.