MADRID. La muerte de Elías Querejeta, ayer a los 78 años, dejó un vacío en el cine español y un vasto legado marcado por el profesionalismo, sin el que es imposible entender el proceso de modernización del cine y la revolución del cine de autor.
Querejeta, cuyos restos serán incinerados en Madrid, fue alabado por sus compañeros como “el gran productor” del cine español y una de las figuras imprescindibles de la cinematografía local de la última mitad de siglo.
Con una clara y personal visión de lo que debía ser el séptimo arte, el cineasta vasco deja tras de sí un legado formado por más de medio centenar de obras, muchas de ellas referentes de la edad de oro, como “La caza” (1965) y “Cría cuervos” (1976) “El espíritu de la colmena” (1973) y, más recientemente, “Los lunes al sol” (2002).
“Se ha ido el Elías Querejeta productor, y también Elías Querejeta, mi padre”, declaró su hija, la directora Gracia Querejeta, que le había dedicado su última cinta “Quince años y un día”, en la que él ya no había podido trabajar.
El director de la Academia de Cine local, Enrique González Macho, destacó la trayectoria atrevida de Querejeta, desde la época más oscura del franquismo, cuando en España se hacía un cine plano.
El productor y director Gerardo Herrero dijo que de él aprendió el oficio de productor y la necesidad de cuidar las películas, como “producto industrial y artístico” a la vez, ya que consideraba que su trabajo no se reducía a buscar dinero, sino a lograr la calidad de películas, que tenían historias que contar.
El director Imanol Uribe señaló por su parte que Elías es “un referente de tres décadas del cine español brillante, de los 60, 70 y 80 que no se podrían explicar sin él.
Muchos programas noticiosos de TV cerraron sus informaciones sobre Querejeta con la canción de “Cría cuervos” en la voz de Jeanette… “¿Por qué te vas?”. -EFE