“Sin pretensiones, el show Dralion del Cirque Du Soleil ofrece un espectáculo visual que desafía la gravedad. Maravilla tras maravilla”, describió el The Philadelphia Inquirer, al comentar sobre esta fantástica producción que se estrenó en 1999.
A 14 años de aquel debut, el prestigioso entretenimiento canadiense ha provocado un gran alboroto entre los centroamericanos, a tal punto que ha roto el récord de ventas en taquilla.
Recientemente, medios guatemaltecos dieron a conocer que debido al éxito de ventas, el Cirque Du Soleil agregó otra función para el 8 de junio, a las 12:00 del mediodía. Se presentará en el Domo Polideportivo de la Zona 13.
El aclamado “montaje dramático de artes circenses y esparcimiento callejero” debuta en la ciudad de Guatemala, el 5 de junio y ofrecerá funciones hasta el 9. En Panamá, hechizó a cada uno de los asistentes a sus funciones.
Dralion, la producción circense de matices asiáticos, “se inspira en la filosofía oriental y su eterna búsqueda de la armonía entre los seres humanos y la naturaleza. El nombre del show deriva de sus dos criaturas emblemáticas: el dragón, que simboliza al Este, y el león, que simboliza al Oeste”, según lo describen los creadores.
En este, “los cuatro elementos que rigen el orden natural adquieren forma humana. A través de esta personificación, cada elemento representa el propio color que lo evoca: el aire es azul, el agua es verde, el fuego es rojo, la tierra es ocre”.
En el mundo de Dralion, las culturas se mezclan, el hombre y la naturaleza son uno, y se alcanza el equilibrio.
Son 50 los talentos que dan vida a este perfomance. Los personajes principales son Yao, el fuego, quien como guía de los exaltados demonios, marca el ritmo del espectáculo. Simboliza el bien y el mal.
Azala, diosa del aire, es la defensora del sol y de la inmortalidad. Flota por encima de un espacio atemporal.
Gaya es la diosa de la tierra. Alberga en su interior el calor humano (fuego) y la vitalidad fresca de la vida (agua).
Oceane, la diosa del agua es la reina del movimiento y controla, por medio del arte de la danza, el movimiento de los océanos.
Junto a ellos destacan los payasos, Kala que representa el tiempo y el Pequeño Buda, el niño elegido. Si bien él posee poderes especiales que le permitirán finalmente convertirse en ??me-Force, sueña con ser un niño común.
Los creadores de esta fantástica producción pensaron en todo. Así, el show es acompañado de música en vivo y de voces que cantan un idioma inventado, cuyo significado solo el Cirque du Soleil conoce. “El eco de sus acentos misteriosos resuenan a través del tiempo: L’??me-Force simboliza la perfecta armonía entre los cuatro elementos”.
En boletín informativo, los organizadores en Guatemala detallaron que el montaje de este maravilloso show incluye una estructura gigantesca que crea el telón de fondo, el cual domina todo el escenario. Esta pieza metálica tiene 60 pies de ancho por 26 pies de alto y sugiere un templo chino futurista o bien, una placa gigante de la armadura medieval.
Destacan que en el escenario lo “más imponente es la pared, la cual se extiende a todo lo largo de este. Cubierta de azulejos de aluminio perforados, el muro es fuerte y resistente, mientras da la impresión de ser ligera y flexible. Las seis garras anexadas a la estructura les permiten a los artistas saltar y suspenderse de la pared.
Tres anillos concéntricos de aluminio están suspendidos por encima del escenario. El primero sirve de pasarela para los artistas y los técnicos. El segundo es usado de soporte para equipos técnicos y acrobáticos, incluyendo la enorme linterna que desciende al final de la primera mitad del espectáculo.
El tercer anillo es usado para mover a los artistas.
Para trasladar las 150 toneladas de material, la producción utiliza dos aviones de carga 747 y dos DC-10. —EDH