Estar delgado no siempre es sinónimo de salud, sobre todo cuando para lograrlo las personas se someten a las famosas “dietas exprés” que prometen perder hasta 10 libras por semana, cuando en realidad hacen perder la salud.
Generalmente este tipo de dietas suele ser ‘agotadoras’ para el organismo pues solo le aportan 1 ó 2 grupos de alimentos produciendo ansiedad por la privación de los otros nutrientes, debilidad, fatiga y hasta problemas como gastritis, úlceras y estreñimiento, explicó la nutricionista Guadalupe Argueta.
La clave, dijo Argueta, es aprender a comer sano, salir del sedentarismo y desarrollar habilidades para la selección consciente de alimentos. Con la ayuda de un experto en nutrición se puede perder, en el caso de las mujeres, de 6 a 8 libras por mes y en hombres de 8 a 10.
Daños colaterales
“La consecuencia de estas dietas son deficiencias de nutrientes o exceso de algunos de ellos, lo que acarrean diversas enfermedades”, aseguro Mirella de Wollants, nutricionista.
Afirmación con la que concuerda Argueta, quien explicó que el consumir solo proteína causa daño renal, al dar sobre carga de proteína al riñón, quien filtra y elimina productos de desecho.
En el caso de los carbohidratos o frutas (alto consumo de azucares), hará trabajar más al páncreas produciendo más insulina para mantener en niveles sanos la glucosa en sangre.
Cuando el alto consumo son las grasas, en especial saturadas como tocino, crema, mantequillas, chicharrones, piel de carnes, quesos duros/secos, embutidos (chorizos, salchichas, jamones) puede dañar la salud cardiovascular, llevando a elevación de colesterol total y malo (LDL), triglicéridos, riesgo de aterosclerosis ( placas de grasa en las arterias) y de infartos.
Las especialistas aseguraron que muchas dietas de moda carecen de evidencia científica por lo que no son confiables.
Expertos opinan sobre dietas exprés
Clotilde Vázquez, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ramón y Cajal, en España, enumeró nueve dietas que no deben de realizarse pues son desequilibradas y producen efecto rebote. “La pérdida de grasa es y debe ser lenta. Si adelgazamos en muy poco tiempo, estamos perdiendo otro tipo de tejidos, como músculo, o calcio de los huesos”, explica.
1. Dietas líquidas
La regla de oro de esta dieta es recordar que ‘comer está prohibido’. Sólo se puede beber. Algunos ejemplos son la dieta de los batidos, la dieta de las infusiones.
CONSECUENCIAS Aparte de una insoportable sensación de hambre, provoca hipofuncionalidad digestiva y flatulencias, entre otros.
2. Dieta de Hollywood
La “tatarabuela” de las dietas hiperproteicas. Su origen se remonta a los años 20. Prescinde de todo tipo de hidratos de carbono y grasas. Prohibe los embutidos, las legumbres, todo tipo de dulces, azúcar, aceite, mantequilla y frutas (excepto los cítricos).
CONSECUENCIA Al ser extrema, es culpable de déficit importantes. Puede causar cetosis y problemas renales. La nutricionista Vázquez la califica de “absurdo total”. Necesitamos al menos 100 gramos de hidratos de carbono al día. “Ninguna dieta que los omita va a ser sana”.
3. Dieta de Montignac
Prohibe mezclar lípidos e hidratos de carbono y elimina los alimentos que tengan dos macronutrientes, como la leche. El azúcar solo está permitido de alimentos ricos en fibra. La fruta debe consumirse sola. Si se mezcla con otro alimento queda retenida en el estómago y no se digiere. El pan (excepto el integral), papas, pasta y arroz están estrictamente prohibidos.
CONSECUENCIA Se basa en premisas falsas, como que un exceso de peso se debe al mal funcionamiento del páncreas. Según la doctora, el autor generaliza: “eso le pasa a algunas personas, no a todas”.
4. Dieta del plátano
Forma parte de las dietas excluyentes y es rica en hidratos de carbono, sin proteínas ni grasas. Consiste en consumir 5 plátanos al día junto con leche desnatada, verduras, ensalada y carne de ave.
CONSECUENCIA Trastornos intestinales como flatulencias o diarrea, consecuencia de un aporte excesivo de fibra. Además, provoca carencias de ciertos nutrientes como el hierro. Su alto contenido en hidratos de carbono sacia de momento, pero pronto se vuelve a tener hambre, debido a su bajo nivel proteico.
5. Dieta ‘cero’ o ‘ayuno terapéutico
Dieta hipocalórica extrema que implica no comer nada, solo líquidos, una especie de ayuno total. Un estudio reciente demuestra que más del 5% de las mujeres americanas se someten a ella.
CONSECUENCIA
Es muy peligrosa, sobre todo si no hay una mínima hidratación. Causa trastornos metabólicos, náuseas, vómitos, diarreas, arritmias, insomnio y ansiedad. Si se hace sin vigilancia, puede provocar muerte súbita. Y se puede llega un momento en el que las personas que siguen esta dieta apenas pierden peso, porque el organismo se adapta a no comer. Luego se produce un efecto rebote. “Si agredimos y alteramos el metabolismo, la respuesta es peor”.
6. Régimen de Antoine
Dieta disociativa cuya regla de oro es no mezclar alimentos. Cada día se dedica a un grupo de alimentos, y se puede tomar tanta cantidad como se quiera. Por ejemplo, el lunes sólo carne, el martes, verduras, etc. El régimen se realiza durante una semana completa al mes.
CONSECUENCIA
Deterioro del funcionamiento normal del intestino, dado que hay días en los que no hay aporte de fibra o hidratos de carbono, y otros en los que hay sobrecarga de los mismos. Es una dieta disparatada, sin ninguna base científica.
7. Dieta falsa de la Clínica Mayo
Dieta hipocalórica que no tiene nada que ver con la Clínica Mayo, pero utiliza su nombre para obtener prestigio y seriedad. Es muy baja en calorías (600-800kcal), y recomienda consumir entre 4 y 6 huevos al día. Prohibe los productos lácteos.
CONSECUENCIA
Grave déficit de calcio. Es muy desequilibrada y desaconsejable, sobre todo para personas con niveles altos de colesterol. No cubre ni el 30% de las ingestas recomendadas. “Tomar menos de 1.500 calorías es un peligro”, apunta la doctora Vázquez.
8. Las monodietas
Se basan en el consumo de un único tipo de alimento. Por ejemplo, sólo patatas, sólo pomelos, sólo alcachofas o sólo gazpacho. Aportan muy poca energía.
CONSECUENCIA
No cubren en absoluto las necesidades de los nutrientes. Son monótonas y dañinas para la salud. Provocan flatulencias, cólicos intestinales, vientre hinchado y diarrea. Algunas, como la de la manzana, generan una sensación de hambre agobiante. Además, ésta y otras dietas drásticas “producen trastornos alimenticios (anorexia, bulimia)”, advierte las especialistas.
9. Dieta de la ultima oportunidad
“The last chance diet” propone tomar proteínas en polvo y complementarlas con tabletas de vitaminas y minerales.
CONSECUENCIA
Es peligrosa. Provoca sobrecarga renal, riesgo potencial sobre el hígado, y anula el apetito. Además, aumenta las posibilidades de sufrir osteoporosis en mujeres con menopausia, ya que reduce la absorción del calcio.