Mark Harmon: “Solo por haber conocido el fracaso, puedo apreciar el éxito”

El actor detrás del agente especial Jethro Gibbs disfruta al máximo el placer de ser uno de los protagonistas de la serie de TV con más rating en Norteamérica..

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Por Fabián Waintal Corresponsal en Hollywood escena@elsalvador.com

2013-04-07 7:00:00

Si tuviéramos que ‘investigar’ los éxitos de las series de televisión de los últimos tiempos, solo encontraríamos un único ‘culpable’: NCIS. Y en una época en la que los programas de televisión ‘mueren’ tan rápido, realmente asombra descubrir que en septiembre próximo, la serie cumplirá nada menos que diez años (y ya renovaron contrato para la próxima temporada). Sumando el honor de haber tenido una estrella propia con su nombre impreso en el Paseo de la Fama de Hollywood Boulevard, entrevistamos al protagonista, Mark Harmon, más conocido como el agente especial Leroy Jethro Gibbs, de NCIS.

¿Qué se siente tener su nombre impreso en una estrella del Paseo de la Fama en Hollywood?

– La ceremonia de la estrella me pareció buena para la serie de NCIS. A nivel personal… me hizo pasar bastante vergüenza (Risas). Bueno, en realidad lo aprecio por todo lo que representa en Hollywood y la inmortalidad que genera. Pero cuando llegué al lugar, había alguien durmiendo en la puerta de la calle, justo donde habían puesto mi estrella. Es una buena perspectiva. Además, creo que el mismo día que pusieron mi estrella, también estaban poniendo la del Pato Lucas. Tengo que sentirme muy bien (risas).

¿No se merece la fama y el éxito?

– Después de haber tenido tantos trabajos que no funcionaron, se aprecian los que realmente funcionan y solo por haber conocido el fracaso, puedo apreciar el éxito. La gente ve NCIS y supongo que merezco el crédito, porque es difícil viajar hoy a Francia y caminar por la calle como turista. Y está bien, porque viví muchos años en los que pude caminar por la calle sin que me reconocieran. (La fama) es algo bueno, es algo que ganamos, es un premio y en la mayoría de los casos, hay que disfrutarla. Tampoco es eterna, pero al menos por ahora, se siente bien.

A unas cuadras de los estudios Disney, Mark Harmon había nacido el 2 de Septiembre de 1951, el mismo año que estrenaron la versión original de ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Sus padres, Tom Harmon y Elyse Knox ya eran actores de cine en aquel entonces y Mark se crió entre las cámaras, aunque en un principio, para vivir, él tuvo que trabajar como carpintero. Su primer trabajo como actor, fue el personaje de un gorila en ‘Ozzies Girls’, en la misma época que era representante nacional de Adidas, en la década del 70.

Con un look muy parecido al de Tom Cruise, en los años 80 trabajó en la serie ‘Flamingo Road’ y durante cuatro años estuvo de novio con la coprotagonista Cristina Raines. Después cobró fama con la serie ‘St. Elsewhere’ y al lado de Bruce Willis en ‘Moonlighting’, antes del éxito de ‘Chicago Hope’. En la década del 80 era tan famoso, que la marca de cervezas Coors le pagó nada menos que dos millones de dólares por filmar un comercial. Y en 1987, incluso le ofrecieron el personaje que Michael Douglas tuvo en ‘Atracción Fatal’, pero Mark no pudo aceptar porque tenía mejores planes: casarse con la actriz Pam Dawber, la mismísima Mindy de ‘Mork & Mindy’ (donde también se hizo famoso Robin Williams). Y con Pam justamente tuvieron al jovencito actor Sean Harmon, que aparece con el mismo personaje de Gibbs en NCIS cuando necesitan una versión más joven de Mark Harmon.

En un lugar como Hollywood donde los matrimonios duran menos que las series de televisión, usted ya cumplió los 25 años de casado con Pam Dawber. ¿Deberían darle otra estrella de Hollywood por el éxito personal?

– Lo único que puedo decir es que besé muchos sapos antes de llegar a ese punto. No sé, no sé. En mi juventud hice todas las típicas estupideces que tenía que hacer y no me casé hasta los 30. Creo que merezco cierto crédito por haber sido suficientemente inteligente en ese sentido, aunque en ese entonces no me sentía tan inteligente. Realmente no puedo darte otra respuesta, más allá de no hablar demasiado sobre el tema, por respeto. Por supuesto, sé que es parte de la imagen pública de mi trabajo, pero yo siempre separé lo que hago en casa y en el trabajo. Siempre lo separé y lucho por seguir haciéndolo. No es fácil, pero se necesita suerte. Y yo la tengo.

¿En una familia de actores, es un orgullo tener la posibilidad de incluir a su hijo, como una versión joven de usted en NCIS?

– Todo empezó cuando escribieron un guión con ciertos recuerdos de mi personaje de Gibbs en su juventud. Y como se enteraron que mi hijo estaba tomando clases de actuación, me preguntaron si había algún personaje que le pudiera interesar en la serie. Yo mismo dije que seguramente le interesaría trabajar en NCIS, pero ganándose el lugar, también, por eso pedí que le tomaran una prueba antes. Por supuesto, el parecido también ayudó, pero mi hijo tuvo que ganarse el personaje. Y fue un orgullo verlo trabajar tan bien. Todavía sigue trabajando como actor, también como doble, sigue su propio camino. Probablemente NCIS resultó un buen principio, pero todos necesitamos alguna oportunidad, la diferencia está en saber aprovecharla. En ese sentido, él se lleva el crédito y yo solo me quedo con el orgullo.

¿Cuando usted mismo empezó con la serie NCIS, imaginó que iba a durar tanto tiempo?

– La única serie de nuestra época que todavía sigue en CBS es ‘Two and a Half Men’ y yo todavía me acuerdo de la primera presentación, en el Carnegie Hall, cuando dijeron que NCIS iba a ser la serie que iba a estar en los primeros puestos del rating los siguientes diez años. Es algo que pensaban todos, menos los actores. Pero los actores siempre pensamos así (Risas).

¿Siente alguna presión por mantenerse siempre en los primeros lugares del rating?

– Se siente bien ser número uno, pero sabemos lo duro que trabajamos para llegar. Ha sido un proceso muy largo. Y mantenerlo será igual. Vivimos en un mercado muy competitivo y mientras podamos mantener la misma frescura, tenemos posibilidades de mantener el éxito. Y no hablo solo por mi personaje. Lo importante es lo que hacemos juntos y tenemos un grupo bastante bueno.

NCIS significa en inglés ‘Naval Criminal Investigative Service’, por el verdadero Servicio Naval de Investigación Criminal de Estados Unidos, un importantísimo cuerpo de inteligencia de las fuerzas navales que investiga todos aquellos crímenes penados por el código militar. Y mientras en la TV le agregan cierto humor detrás de las historias de sus protagonistas, en la realidad, se encargan de proteger y servir a los oficiales de la marina y sus familiares, investigando casos extremos como la muerte del asistente militar de un presidente, secuestros de personal militar o amenazas terroristas a las instalaciones navales. En la ficción, el factor latino también está siempre vigente. Para empezar, el agente Gibbs se había incorporado a NCIS después que su esposa y su hija habían sido asesinadas por unos narcotraficantes mexicanos (por supuesto, él mismo mató después a los culpables). Y como una de sus primeras misiones también tuvo una operación antiterrorista en España, formando el grupo de NCIS con la ex agente del servicio secreto Caitin Todd (Sasha Alexander) reemplazada en la segunda temporada por otra ex agente del servicio secreto israelí Zida David (Cote de Pablo, actriz chilena en la realidad), complementando el equipo con los conocimientos informáticos de Timothy McGee (Sean Murray), la especialista forense Abby Sciuto (Pauley Perrette) y el experto médico Donald “Ducky” Mallard (David McCallum, el mismo de la vieja serie CIPOL).

¿Por qué cree que NCIS es tan popular?

– Al principio, fue bastante duro encontrar un buen formato, tratando de conocernos entre nosotros, cuando ni siquiera teníamos un guión. Yo solía pensar que la serie no era lo suficientemente buena como para llamar la atención, pero no era lo suficientemente mala como para cancelarla. Por eso pudimos seguir trabajando. Y con el tiempo nos volvimos más fuertes, aprendimos, mejoramos y el éxito lo ganamos. Desde el primer capítulo, siempre le dimos importancia a los personajes y el humor. Hasta los invitados especiales, tienen un buen personaje. A veces capturamos a los malos y a veces no. Pero la importancia de los personajes continúa. Es la mejor forma de premiar a la audiencia.

¿El mayor desafío que tuvo que enfrentar desde el lado actoral con el personaje de Gibbs?

– Al principio, el perfil militar que tenía. Era un sargento de la marina, un francotirador, con una forma de pensar especial, una forma de pararse, una forma de vestirse, una forma de peinarse. Pero también es lo que más me gusta como actor, por toda la tarea que implicó al principio, conocer otros agentes verdaderos de NCIS. La ropa de golf que uso es por un agente que conocí, incluso el corte de pelo es por otro agente que conocí. Todos le tenemos mucho respeto al verdadero NCIS, pero tampoco tratamos de hacer ningún documental, queremos hacer algo divertido y diferente.

¿Después de tanto tiempo, cambiaría algo de su personaje?

– ¿El corte de pelo? (Risas) No, de verdad, no cambiaría nada. No quiero cambiar nada. Si lo quieren hacer los guionistas, está bien conmigo. Yo no quiero saber lo que va a pasar la próxima semana. No quiero conocer el próximo desafío, lo que piensan escribir. Siempre fue así. Desde el principio sentí el desafío de interpretar un personaje como Gibbs y con el paso del tiempo descubrí que su lado más oscuro es lo más divertido a la hora de actuar. Tiene un pasado muy oscuro, tiene fallas por todos lados y es lo que me gusta del personaje. Me gusta su honestidad.

¿Nunca se aburrió en algún episodio, por interpretar el mismo personaje durante tanto tiempo?

– Yo no me aburro para nada. Para mí, todo sigue siendo tan nuevo como al principio y sigo sintiendo el mismo desafío de siempre.

¿Cómo logra mantener la misma frescura a lo largo de tanto tiempo?

– Bueno, los guionistas se encargan de ese tema. Todos nos llevamos muy bien, aunque no me creas (Risas). Pero es real. A lo largo de los años también tuvimos muchos cambios y trabajamos duro para crecer y cambiar, esperando mejorar siempre. Ya pasamos los 220 episodios y seguimos siendo el programa número uno de la televisión, tenemos más éxito que nunca.

¿El equipo de guionistas siempre fue el mismo?

– No, no. Hoy tenemos ocho guionistas en el grupo, dos de ellos trabajan en equipo, así que técnicamente son siete. Al principio de la serie, muchos guionistas cambiaron, pero desde la sexta temporada sigue siendo el mismo grupo. Muchos de los autores escribieron 30 o 40 episodios, algo muy raro para la televisión, porque por lo general los autores suelen desplegar sus alas hacia otros rumbos, pero por lo visto les gusta su trabajo.

¿Y a usted le gusta la otra versión de ‘NCIS Los Ángeles’?

– La verdad, raramente estoy en casa para ver mi serie o las otras, porque los horarios de trabajo son muy largos y NCIS Los Ángeles creo que lo dan a las ocho de la noche, los martes, cuando yo todavía estoy trabajando.

¿Pero ni siquiera vio alguna grabación?

– No. Yo ni siquiera veo mi serie. Y si no veo la mía, menos voy a ver otras.

¿Y NCIS vs CSI? ¿Los considera una competencia, aunque sean todos de la misma cadena de televisión, CBS?

– Bueno, son dos programas diferentes. En televisión, hubo un tiempo donde todos hacían series de vaqueros. Después empezaron con las series policiales, siguieron con los hospitales. Y ahora, hacen un poco de todo. Nosotros formamos otro estilo. Es realmente inusual ocupar el primer lugar del rating después de diez años. No tenemos grandes persecuciones o explosiones. Nuestra serie la llevan los personajes y el humor. Es algo que nunca cambió. Los que nos siguen desde el principio saben que eso no cambió. Claro que crecimos diez años, pero la serie también creció.