García Lorca regresa a Nueva York

La Biblioteca Pública de la Gran Manzana inauguró una muestra con los poemas, cartas y dibujos del poeta español Federico García Lorca, creaciones inspiradas en el año en que vivió en esa ciudad como estudiante de la Universidad de Columbia

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elsalvador.com

Por Tomás Guevara Corresponsal en Nueva York escena@elsalvador.com

2013-04-06 7:00:00

La voz del poeta español Federico García Lorca vuelve a sonar en la Gran Manzana que lo acogió entre 1929 – 1930, cuando el joven andaluz llegó a Nueva York para cursar un año de aprendizaje de inglés en la Universidad de Columbia y hacer contactos con la sociedad española que emergía en la metrópoli estadounidense desde principios del siglo XX.

Sin embargo, la ciudad le asfixió. La nomenclatura urbana, el pujante frenesí industrial, la ansiedad de generar dinero y gastar como norma de una sociedad de consumo, divida en razas y barrios de pobreza y opulencia no le dejaron más que soltar rienda a su puño y letra.

Ahí Federico García Lorca (1898 – 1936) escribió una de las piezas más impactantes de su obra “Poeta en Nueva York”, la que sirve de punto de partida para una singular exposición titulada “Regresaré mañana: Federico García Lorca, Poeta en Nueva York” que se inauguró en la Biblioteca Pública de la ciudad, en el emblemático edificio de la 5ª. Avenida y 42ª. Calle en Manhattan.

El escritor llegó a la ciudad en complejos momentos de su vida personal y sintió en la gran urbe la crueldad de la soledad, las angustias existenciales, pero paradójicamente también su propia libertad individual en un mundo desconocido.

“La aurora de Nueva York tiene cuatro columnas de cieno y un huracán de negras palomas que chapotean las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime por las inmensas escaleras

nardos de angustia dibujada”. Rezan los dos primeros versos del poema Aurora, en el libro que se publicó por primera vez en México y con una traducción al inglés en Estados Unidos en 1940, cuatro años después de la prematura muerte del laureado escritor.

Esta muestra es un sueño de muchos años de espera y trabajo para llevarla a cabo, explicó Laura García-Lorca, sobrina en primer grado del poeta granadino y presidenta de la Fundación García Lorca en Granada, España, institución que ha prestado un legajo de manuscritos, de los poemas, cartas familiares, fotografías originales y una serie de pinturas y dibujos de García Lorca que muestran por primera vez una etapa desconocida del escritor.

La exposición que culminará el 20 de julio de este año, pasó por la curaduría del estadounidense Christopher Maurer y el español Andrés Soria Olmedo; con ella también convergen una serie de charlas académicas sobre la obra de García Lorca en Nueva York, recitales de sus poemas, conciertos, presentaciones de teatro y baile, entre otras actividades programadas en diferentes locaciones en Manhattan, como universidades, centros culturales y teatros.

Estos poemas, dibujos y cartas del poeta y dramaturgo fusilado en su natal Granada al inicio de la guerra civil española (1936 – 1939) por una facción de ideología fascista y ultranacionalista que apoyaba al golpista Francisco Franco contra el gobierno de la Segunda República y que llevó a una dictadura de corte militar que duró hasta la muerte del Franco en 1975, llegan por azares del destino por segunda vez a su lugar de origen. Nueva York.

Laura García-Lorca comentó que la familia del poeta tiene un lazo emocional con la metrópoli estadounidense, pues en ella se asiló el clan luego de la muerte de Federico, y ahí también llegó por primera vez una maleta repleta de manuscritos, que gracias a una valiente tía que antes de salir para el exilio empezó a compilar todo lo escrito por su sobrino y que consiguió entre amigos y otros artistas que guardaban textos originales del poeta.

“No había reflexionado en ese punto, pero es la segunda vez que vienen a Nueva York, estuvieron aquí en la década de los 40, y aquí los había escrito Federico, pero es la primera vez que se expondrán al público”, dijo Laura que nació y vivió en la ciudad de Nueva York hasta los 12 años, mientras su familia era exiliada.

“Poeta en Nueva York”, con varias ediciones en español y otras lenguas, está compuesta en su original por 32 poemas, compilados en 96 páginas mecanografiadas y 26 manuscritos; donde se muestra a un Federico García Lorca trastocado por su primer contacto con una sociedad marcada por las diferencias raciales y el imperante capitalismo. También, él se vio encantado por el mundo afroamericano y su cultura que coexistía como paría en la zona de Harlem en el alto Manhattan.

Además, vio con asombro y escribió desde su perspectiva poética la decadencia que antecedió a la Gran Depresión, cuando en 1929 fue testigo de cómo ejecutivos de la Bolsa de Valores se lanzaban por las ventanas de los edificios en caída libre al verse en la ruina.