Convertirse en el más amado o más odiado de las redes sociales es cuestión de segundos, tanto así que una sola publicación es capaz de lograr un apoyo masivo y que determinado contenido logre la mayor cantidad de “likes”, para el caso de Facebook, o bien, puede provocar el repudio y total rechazo e incluso la pérdida de seguidores dependiendo del caso.
Según una investigación de Sweatband, las 10 actualizaciones de estado más molestas para los internautas son: presumir sobre dietas, pérdidas de peso, y rutinas de acondicionamiento físico; compartir imágenes sobre platillos que se consumen en el desayuno, comida y cena, así como mensajes que tienen sentido sólo para un grupo reducido de usuarios.
Asimismo, las solicitudes e invitaciones para probar alguna nueva aplicación o juego, las ubicaciones que alardean sobre los talentos únicos de los hijos propios, post que revelen detalles muy personales de cada usuario y el uso excesivo del check-in (publicar la ubicación del usuario).
También es desagradable el spam de eventos propios y de terceros, hacer constantes y diversas interacciones sin sentido, y alardear sobre las cualidades, habilidades y conocimientos propios.
A juicio de Christian Guevara, experto en redes sociales, del Grupo Plan B, “a la gente le gusta mantener el control de lo que quieren ver en las redes sociales y eso ha sido siempre el fuerte de ellas, que uno tiene el control de dónde quiere estar y qué quiere ver. Pero a menudo eso cambia el papel y el usuario se ve asediado, por ejemplo con invitaciones de juegos porque un conocido está usando determinada aplicación”, explica.
Según el experto, esto es en ocasiones tan descontrolado que algunos reciben más de una decena de invitaciones al día. En este caso, explica, todas las aplicaciones tienen opciones para evitar que esto ocurra. “Como usuario uno debe ser responsable y desactivarlas para detener el envío de tantas actualizaciones”.
En el caso de las empresas, lo que la gente no tolera es que los espacios sean usados con una finalidad totalmente comercial o publicitaria. De ahí que, según Guevara, ellos deben ingeniárselas para interactuar con la gente sin necesidad forzarlos a hablar de ventas de productos y servicios.
“Es una mala estrategia usar las redes como un canal cien por ciento de ventas”, refiere. Y es que tal vez no se trata de convertirse en el amigo de la gente, pero quizá en un asesor dependiendo del rubro de que se trate.
Errores comunes
Otro aspecto que incomoda son los mensajes incoherentes. Es decir, cuando se aprovecha para hacer comentarios sobre momento o circunstancias que no son acordes con el carácter de la página que los publica. “Por ejemplo si una marca de bebidas alcohólicas comienza a mandar mensajes con tinte religioso, la gente lo vería mal”, aclara.
Igualmente es mal visto cuando los políticos aprovechan el triunfo de algún equipo nacional y salen con muestras de apoyo y felicitaciones, cuando antes no les han tomado importancia.