Exuberancia, realismo, transparencia y delicadeza se conjugan en las obras de Ana María Avilés, quien esta noche recibirá un homenaje póstumo en la Sala Nacional de Exposiciones.
En la muestra se exhibirán 47 obras de esta destacada pintora salvadoreña, dividida en varios segmentos. La primera etapa es la primitiva, luego la romántica, seguida por la fase de muros, la floral, las miniaturas, las frutas y las etapas de teatro.
Según Astrid Bahamond, curadora de la exposición, la obra de Ana María Avilés de Martínez rinde culto a la tradición, ya que de una forma lúdica la relaciona con aspectos de la supervivencia.
En el libro “Procesos del arte en El Salvador”, Bahamond se refiere a la obra de Avilés de Martínez y la compara con la de los renacentistas flamencos. En el texto también sostiene que la artista tenía un gran dominio técnico.
Asimismo en las composiciones de Avilés se pueden apreciar aspectos fundamentales sobre el color y la intensidad de la luz.
Para su hijo Salvador Martínez, las obras de su madre son su voz. “El legado que dejó se puede apreciar en la exposición. Ella fue autodidacta y no fue a la escuela de Bellas Artes, en pocos años depura su técnica y desarrolla un gran trabajo”, agregó.
La exhibición se inaugura hoy a las 6:30 de la tarde y estará abierta al público hasta el 5 de mayo en horarios de martes a domingo de 8:00 de la mañana a 5:00 de la tarde. La entrada es gratuita.
Sobre la artista
Ana María Avilés de Martínez nació el 28 de mayo de 1937 y falleció en San Salvador el 16 de diciembre de 2012.
Entre las exposiciones más importantes de esta pintora figuran “Latín Masters”, en Nassau County Museum of Art, Nueva York, y la ” Bienal Internacional de Arte de Florencia”, entre otras.