El realizador del programa “La vuelta al mundo en 80 discos”, Nelson Rentería, renunció a su proyecto musical que se transmitía los días viernes en Radio Nacional (96.9 FM). La dimisión del periodista es una protesta y un acto de solidaridad con los despedidos del canal gubernamental. Estos fueron cesados de sus cargos en los primeros días de marzo.
Rentería —en la actualidad es corresponsal de la agencia Reuters— leyó en su programa la carta de renuncia para informar sobre su “retiro del grupo de colaboradores ad honórem de la radio”. Añadió que la “decisión se debe a un insignificante acto de solidaridad y respaldo a los colegas despedidos en Canal 10, quienes fueron removidos de sus cargos de forma injustificada y arbitraria”.
Los despedidos son Raúl Gutiérrez, quien se desempeñaba como subdirector general de Canal 10, y Erick Bustamante, quien fungía como subdirector de Tecnología. Un tercero habría sido el director del canal, Alberto Barrera, sin embargo, este habría sido removido dentro del área de comunicaciones de Casa Presidencial.
El catedrático de la Licenciatura en Periodismo de la Universidad de El Salvador, Guillermo Mejía, publicó en su blog (Errabundo) la carta del periodista Rentería. También hizo una valoración de su tránsito por el medio del gobierno, Radio Nacional.
El catedrático asevera que Rentería corrió con mejor suerte, porque este al menos pudo presentar por escrito su dimisión.
“[Rentería] Tuvo el tiempo necesario para su reflexión. En mi caso, junto al de otros colegas que también teníamos hasta diciembre pasado un espacio de entrevistas y opinión en la Radio Nacional de El Salvador, titulado “Temas”, los días lunes y viernes al final de la tarde, pues ni esa oportunidad se nos ofreció. El programa desapareció por arte de magia”.
Mejía tituló la entrada de su blog como “Los medios públicos: Una promesa extraviada en el ‘gobierno del cambio'”. En el texto hay un tono de ironía sobre lo que ocurre en los medios estatales, pero también demuestra que hay otra cosa: censura.
“Aún esperamos las razones oficiales, solamente cabe recordar que ciertas temáticas referidas a asuntos de gobierno y la violencia social, entre otros, desde un tiempo para acá fueron consideradas incómodas ‘desde arriba’; creíamos que iba en serio la conversión de medios gubernamentales a medios públicos, tal promesa del ‘gobierno del cambio’, pero fue en vano”.