“Workers”, homenaje a las odiseas anónimas

La película del salvadoreño (nacionalizado mexicano) es parte del Festival Internacional de Cine de Berlín 2013.

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elsalvador.com

Por Tomás Andréu Twitter: @tomazs_andreu

2013-02-12 9:00:00

Rafael no puede jubilarse porque es “ilegal” y la fecha de ingreso a la planta en la que labora no aparece. Lidia cuida a la perra de una señora acaudalada, al morir esta, la herencia le queda a Princesa, la mascota. Del amargo absurdo de la vida laboral habla “Workers”, la película de José Luis Valle (Pepe Valle).

El filme se estrenó en la sección “Panorama” (muestra temas controversiales o cuya estética no es convencional) del Festival Internacional de Cine de Berlín 2013. De eso habló con El Diario de Hoy el director de “Workers”.

¿Cómo ha sido la recepción de Workers en el Festival?

Buena. El público hace empatía y ríe de buena gana. Alguien me dijo de broma que si hacía reír a los alemanes “la película funciona”. Y han reído mucho.

¿Y qué le dio vida al tema Workers?

Ser testigo de primera mano de pequeñas historias de vida de gente cuyo eje, motor y combustible es el trabajo abnegado. Eso dio lugar a reflexiones sobre el trabajo, pero no como discurso, sino como experiencia de vida que otorga autoestima, equilibrio emocional y un estar en el mundo. También una frase de mi padre de hace unos años. De pronto me dijo: “Yo ya no puedo hacer planes a largo plazo”. Lo dijo sin dramatismo, solo con la tranquila resignación de quien se le acaba el tiempo.

En su trabajo —me parece— hay tres temas de fondo: el trabajo, la desigualdad o injusticia social y la soledad. ¿Cómo hace para crear un solo discurso sin empujar la mirada del espectador, pero que al mismo tiempo lo convierta en un testigo sobre dos vidas que habitan Tijuana?

La apuesta principal de toda la película es la sutileza. Era muy importante no movernos en terrenos de lo obvio, lo muy visto, el cliché. Así que con suavidad fuimos creando capa sobre capa para que coexistieran muchos elementos distintos pero como sustrato, como telón de fondo, dando mucho juego al espectador, apelando a su inteligencia emocional para que nos ayudara a completar la historia.

En su trabajo también hay una fusión: la realidad de sobrevivir cumpliendo al pie de la letra las obligaciones laborales, pero al mismo tiempo hay otro elemento y es el absurdo.

O trabajas o vives. Es una realidad asfixiante en la vida diaria de muchas personas. En Workers rendimos homenaje a los que van un poco más allá y viven odiseas anónimas de trabajo, solidaridad y coraje. Son historias de amor-odio cuyos personajes no son ni buenos ni malos, si no todo lo contrario, como en la vida misma.

¿Qué papel juega su origen salvadoreño en esta película?

El filtro de Otredad con que percibo a México. Y el personaje principal es un salvadoreño en México… que para mí es todos los salvadoreños en México. Marginal, rara avis, nunca adaptado del todo…

¿Qué fue lo más difícil para usted a la hora de crear Workers?

Buscar el financiamiento. Fuera de eso, los problemas fueron los normales de toda producción cinematográfica, nada en especial.

¿Qué deja o cambia el acto de creación en su vida? ¿Pepe Valle sigue siendo Pepe Valle después de finalizar un proyecto?

El acto de creación me deja reflexionando sobre muchas cosas, entre ellas el propio quehacer cinematográfico, pero no se nota porque incide de manera interior, como una especie de resonancia. Sigo siendo el mismo.

Tengo entendido que su próximo proyecto tiene que ver con la guerra que ocurrió en El Salvador. ¿Qué y cómo quiere abordar este episodio que vivió el país?

De una manera muy subjetiva y personal. Preservando la mirada naïf con que yo vi aquello. La guerra siempre es absurda, y a los ojos de un niño, lo es aun más. Así quiero esa película.

¿Cómo ve la escena audiovisual de El Salvador?

Interesante. Limitada. Autolimitada. Veo muchas ganas de hacer cosas. Ojalá que germinen y se generen nuevos cineastas, pero sobre todo, nuevas narrativas, algo propio. Materia prima sobra.