Abogado de profesión, funcionario público, empresario, atleta, pero sobre todo padre y esposo ejemplar. Fueron las palabras con que sus familiares recordaron al doctor Francisco Armando Arias, quien falleció el pasado domingo a los 97 años de edad.
Su destacada y fructífera carrera fue el reflejo de su entereza, profesionalismo y honestidad.
“Fue un hombre que siempre buscó hacer el bien al prójimo, valor que supo inculcar en sus cuatro hijos”, comentó el Dr. Armando Arias, hijo.
En su vida profesional, Armando Arias padre desempeñó cargos como ministro del Interior, ministro de Justicia, secretario particular del presidente Fidel Sánchez Hernández y presidente de la Corte Suprema de Justicia (1970-1976).
Su espíritu emprendedor lo llevó a fundar su propio bufete de abogados en la década de los años 90, llamado Arias&Muñoz y en el cual trabajó hasta sus últimos años.
En la actualidad, Arias&Muñoz cuenta con 150 abogados y una cartera de clientes que asciende a los tres mil, con presencia en Centroamérica.
Sin embargo, ejercer la abogacía no era la única pasión de don Armando Arias.
Como todo buen salvadoreño fue un gran amante del fútbol.
De hecho, formó parte de la Selección Salvadoreña de Fútbol en 1930.
Jugaba como defensa y llegó a ser el capitán de esa selección. “Su entrega y disciplina deportiva lo llevaron a formar parte de la Selección que participó en los Juegos Panamericanos realizados en Panamá, en 1935”, recordó su hijo.
Asimismo señaló que su padre, luego de su etapa como deportista, fue presidente de la Federación de Fútbol en la década de los años 60.
Su vida personal fue igual de prodigiosa que la de su vida profesional.
Sus 65 años de casado con doña Martha de Arias son un ejemplo de ello.
“Disfrutó de una vida plena, un matrimonio amoroso y una familia feliz conformada por cuatro hijos, 11 nietos y 11 bisnietos”, dijo Armando Arias hijo.
El doctor Francisco Armando Arias dejó un legado ejemplar de emprendedurismo, profesionalismo y de ayuda al prójimo resaltaron sus familiares. —EDH