Después de conquistar La Liga Santander en La Rosaleda de Málaga con su triunfo (0-2), la plantilla del Real Madrid aterrizó con su vuelo chárter en el aeropuerto Madrid Barajas-Adolfo Suárez a la 1:15 horas de la madrugada, para dirigirse al estadio Santiago Bernabéu, donde cambiaron de autobús para recorrer el Paseo de la Castellana en uno descapotable hasta la fuente de la Cibeles.
Con un 33 en grande en el lateral del autobús, campeones 2016/2017 y el escudo del Real Madrid, los jugadores madridistas trasladaron su fiesta a la zona descapotada, al ritmo de la música de Sergio Ramos, que minutos después actuaría como maestro de ceremonias.
Bailaron la canción del momento, “Despacito”, que incluso se atrevió a cantar el capitán instantes antes de pedir un nuevo Balón de Oro para Cristiano Ronaldo, quien tomó la palabra para prometer al madridismo dar todo y “regalar la Champions” el próximo 3 de junio ante el Juventus italiano en Cardiff.
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Todos los integrantes de la primera plantilla del Real Madrid más Zinedine Zidane y su cuerpo técnico, disfrutaron de un festejo en el que sólo faltó la copa de la Liga, que no se entrega hasta el inicio del próximo curso.
Con micrófono en mano el capitán dirigió 23 minutos de celebración en la pasarela, alrededor de la fuente, que culminaron con Ramos y Marcelo dejando una bandera de España con el escudo del Real Madrid en el cuello y una bufanda en la cabeza, respectivamente, a una diosa que ambos besaron.
La plantilla fue reconocida por el ayuntamiento de Madrid.
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Sergio Ramos compartió jerarquía con Marcelo
Es una de las imágenes de la madrugada en Madrid. De la celebración del título de Liga del Real Madrid en la fuente de Cibeles. Sergio Ramos corona la diosa con la bufanda del Madrid, escoltado por el segundo capitán, el brasileño Marcelo.
Es un punto de inflexión, un gesto, una imagen icónica que ilustra el paso del tiempo y como Sergio Ramos ha visto este año como Marcelo ha crecido en jerarquía dentro y fuera del campo. Y ha contado con él en la toma de decisiones.
Hay varios tipos de líderes en el deporte. Unos son carismáticos, otros naturales y algunos nacen desde la experiencia. En el fútbol suelen adquirir presencia además desde la meritocracia. Y Marcelo ha llegado a ese status acumulando ya once años en el club y por otra parte, siendo decisivo y determinante todos los días.
No es fácil sumar un notable en cada partido. Y Marcelo no es sólo un defensa. Tiene ida y vuelta, llegada y mucho gol. Además, este año, en una Liga donde Zidane ha sido el primer entrenador en la historia del fútbol español al que las rotaciones le han sonreído. Dos equipos distintos le han dado el primer título. En esa Liga, se ha visto como Sergio Ramos ha compartido capitanía. Al final de los partidos, Marcelo ha tomado la palabra. Y siempre, para decir algo interesante.
Sergio Ramos no está solo. Es el gran líder. Y desde la defensa, al lado de Marcelo, han construido un liderazgo, una dupla labrada en el tiempo.