Como cosas raras de la vida, el deporte enfrenta poco a padres e hijos en algún deporte, más allá de ser por pasatiempo o una simple enseñanza. Sin embargo, el ajedrez es una excepción y permite que se den duelos en torneos oficiales entre progenitor e hijos.
Ese es el ejemplo de lo que han vivido, en el país, dos de varias familias, a nivel federado. Los Chávez y los Hernández han pasado por esa grata y única experiencia y en la que, por crecimiento en el deporte ciencia, los hijos han superado a sus papás, cuando éstos últimos son quienes los llevaron a la práctica deportiva.
“Nos hemos enfrentado en torneos abiertos, un par de veces. Hemos tenido algunos duelos, pero si no es un torneo con mucho en juego firmamos tablas (empate)”, cuenta Ricardo Chávez, el actual campeón nacional y de C.A. por equipos, y quien tiene 27 años de práctica.
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Su padre Héctor, con 46 años en el ajedrez, reconoce: “Firmamos tablas o me gana Ricardo (sonrisa). Pero para mí, es fabuloso que él me superara desde muy pequeño”.
Ambos reconocen que lo más bonito que han logrado, a través de esta disciplina, es que comparten muchos consejos, hablan de partidas, movimientos, tanto en persona como por mensajes: “El ajedrez nos ha unido más, es fundamental en la familia”, añade el feliz padre.
Por su parte, la campeona femenina Bera y su padre José Mauricio Hernández, junto a la más pequeña de la familia, Sofía, llevan ya 13 años de práctica y viven la pasión total por este deporte. “Es emocionante cuando jugamos, no hay sorpresas, juego con ellas y sé que están en otro nivel”, dice José Mauricio.
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“Es bonito poder jugar juntos, es la evolución y él me enseñó, pero hemos aprendido más nosotras. Lo importante es que esto nos une y estamos juntos”, sostiene Bera.
A Sofía y a Bera lo que les gusta es que su papá las “apoya en todo evento, siempre está pendiente de nosotras, y venimos juntos todos los fines de semana a jugar”.
b José, Bera y Sofía (adelante) aman el ajedrez, como a su propia familia.
Bera, Sofía y Ricardo agradecieron a sus padres, a su estilo, por llevarlos al ajedrez: “No lo veo que yo lo superé, porque dejó de ser una competencia, sino que me inspira a jugar más torneos, a aprender y a compartir”, recalcó Ricardo.
El ajedrez logró unir así a estos padres e hijos, y les ha dado un sentimiento en común: el amor por el deporte y por la familia, sobre todo hoy que se festeja el día del padre.
“Deseo que sigamos juntos en el deporte y que mi papá esté orgulloso de nosotras. Gracias a él (papá), por todo su apoyo y por estar con nosotras”
Bera Hernández
Ajedrecista
“Somos un equipo, con mi papá. Nos ayudamos y espero que el ajedrez nos siga uniendo, como lo fue desde que fui un pequeño”
Ricardo Chávez
Ajedrecista