Que este Alianza es el mejor equipo en la historia del fútbol salvadoreño generará muchos puntos de vista. Pero lo que es indiscutible es que es el mejor equipo del momento, y eso es algo que los números lo respaldan. Esos mismos que en su momento lo han condenado.
El plantel reconoce que la presión de pertenecer a un equipo como este es grande y por ello tratan de disfrutar este buen momento que ha generado los 37 partidos sin perder.
Ahora las apuestas están centradas en saber quién será el equipo que le quitará el invicto a los albos. De los rivales, suenan como promesas de campaña, “aquí quedará el invicto de Alianza” y se terminan complaciendo con robarle un punto.
Sin embargo, parece que el rival que puede vencer al Alianza es el mismo Alianza, pues en algunos jugadores parece que el invicto les está generando una presión extra, por más que el equipo no lo quiera reconocer.
Y es que, una prueba de esta presión extra fueron los tres empates consecutivos que hilaron, previo al último triunfo sobre Firpo (2-1), que también pudo haber acabado en otro empate.
Contra los toros se notó: inició y salieron a buscar el gol, para ganar tranquilidad con la ventaja. Mientras este no llegaba, el equipo fue cayendo en imprecisiones y hasta en desesperación. Luego de que lo consiguieron, se acomodaron y se enfocaron a reforzar la defensa, para no verse sorprendidos. Con el contragolpe, intentaron liquidar y la ansiedad los mató. Les empataron y el equipo volvió a sufrir, hasta que reaccionaron en lo colectivo y terminaron ganando el partido.
Por eso opino que el rival a vencer que tiene Alianza es el mismo Alianza. Mientras el equipo recupere la inspiración, soltándose la presión, será difícil que le puedan quitar el invicto. Cuando su idea no solo sea de no perder, por algo que sienten ya como una obligación. Sino de ir a ganar, por el compromiso que tienen como equipo.