El fútbol femenino está pronto a comenzar un nuevo torneo, pero con menos equipos, en gran medida, por falta de recursos, incluso sabedores que no hay sueldos en esta rama. El pequeño boom que tuvo esta disciplina se comienza a quedar en eso…
Cuando se reactivó en el país la Liga Nacional de Fútbol Femenino hace dos años, fue en gran medida, por el respaldo de Concacaf y su visión de masificar el fútbol femenino en la región: se tomó con gran iniciativa y doce equipos fueron parte de ella.
Deportivamente hablando siempre han existido dos equipos dominantes, uno de ellos el AD Legend’s, un esfuerzo auténtico de padres de familia y mínimos patrocinadores; y el otro fue en su momento el CD Opico (hoy desaparecido) y ahora es Alianza Woman, el único equipo de liga mayor que se ha tomado la responsabilidad que está dando la Licencia de Clubes de Concacaf en este aspecto.
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Pero es complicado ver cómo en cada torneo, abandona uno o dos equipos por la falta de fondos para moverse de un lugar a otro, a pesar que la Fesfut hace lo que puede en cuanto a subsidiar estos costos, incluso que aumentaron por la creación de la categoría sub-17 durante el año pasado.
Es una lástima ver que equipos como la ADFA Cabañas y Luis Ángel Firpo, que se convirtieron en revelaciones de los torneos pasados ya no sean parte del torneo; mientras también es destacable que escuelas municipales como Soyapango y Santa Tecla sigan haciendo su esfuerzo por ser parte del torneo y dándole la oportunidad a más chicas de jugar al fútbol.
Mientras seguimos viendo cómo países como Nicaragua, Costa Rica y Panamá están creciendo realmente en la implementación de estas ligas, nuestro país se sigue quedando corto; el talento en el fútbol femenino es mucho y con calidad de exportación, pero como siempre, no hay respaldo integral de todos los sectores.