Tras un primer tiempo de la Selecta donde iba por el camino recurrente “los merecimientos del equipo no van de la mano del marcador”, en el segundo tiempo la historia se dio vuelta. Y Honduras, es cierto una Honduras B, sufrió a una Selecta con personalidad y talento como para merecer el empate y algo más. No hubiera sido injusto si ese muy buen remate de Junior Burgos desde afuera del área vencía la resistencia del portero López. Pero en el fútbol, como en la vida, los hubiera o hubiese no existen. Y esa pelota sirvió para que el arquero suplente de Honduras se luciera y loa enviara al córner. Igual, balance muy positivo.
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Entre las buenas noticias que dejó la Selecta, la mejor fue el carácter para sobreponerse a un resultado adverso. Muchas veces, a un buen partido de El Salvador le bastaba un gol en contra para mandar al diablo todo lo bueno hecho hasta ese momento. Y la depresión post gol. Esta vez no fue así. Al contrario. El Salvador siguió proponiendo. Y, lo más importante, convirtiendo.
Y entre los puntos positivos de este equipo hay que contar a Denis Pineda, un joven de 21 años que cada vez que le toca jugar con la Selecta responde. La Segunda división de Portugal no parece ser un destino acorde a su nivel. Allí juega en el Santa Clara pero a juzgar por sus actuaciones con la Azul, debería tener una liga de mayor exigencia para demostrar su potencial. Ante esta Honduras se mostró como lo que es: un jugador habilidoso y decisivo en los últimos metros. A seguir evolucionando para que no sea otro gran proyecto que no termine de explotar. De eso sabemos bastante…