Varias estrellas del balompié mundial dejaron de brillar el pasado año. Anunciar el retiro de las canchas no es fácil para ningún jugador, independientemente de la historia que haya forjado.
Colgar los botines nunca será una misión fácil para quienes deleitaron nuestras retinas con excelso rendimiento.
En el 2017, una generación importante de grandes jugadores dijo adiós. Campeones del mundo, de UEFA Champions League, de distintas ligas europeas; esos, son ahora citados en unos cuantos párrafos para rendirles un breve homenaje.
Sin más preámbulos, a continuación, diez grandes futbolistas que se retiraron del deporte de las masas. El fútbol no será igual sin ellos.
Philipp Lahm
El defensor alemán se despidió de la élite siendo campeón de la Bundesliga, y por octava ocasión. Nacido en las canteras del Bayern München, Lahm jugó con el equipo bávaro desde la categoría infantil hasta la temporada 2002/2003 en el equipo B. Stuttgart en ese entonces decidió ficharle para la temporada 2003-2004, donde se dio a conocer como un defensor lateral con increíble proyección al frente. El Stuttgart de esa temporada tuvo el placer de contar con el bajito y gran defensor un tan solo curso más, ya que el Bayern lo respescaría para convertirlo en una auténtica leyenda. Su juego limpio, su buena colocación, y sus constantes incorporaciones en campo rival le hicieron siempre un jugador muy completo y codiciado. Nadie le quitaba ni en el club ni en la selección la banda de capitán, salvo excepciones. Lahm ganó mientras jugó una segunda etapa en el club bávaro: una copa del mundo, una UEFA Champions League, un mundial de clubes, una supercopa de Europa, seis copas de Alemania, tres supercopas de Alemania, una copa de liga de Alemania. Fue dos veces elegido en el mejor equipo UEFA y dos veces en el equipo ideal de la FIFA.
Frank Lampard
Hablar de Lampard es hablar de uno de los mejores volantes de la historia de la Premier League. Desde que fue conformada la competición con dicho nombre en 1992, ningún volante tiene más goles que Frank (177). La gran deuda de su carrera fue sin duda no alcanzar la copa del mundo con Inglaterra. Coincidió con grandes figuras en los Blues, pero no fue capaz de trasladar ese éxito a su selección. Lampard fue canterano de la gran escuela del West Ham, de donde salieron varios futbolistas notables. En la temporada 2001-2002 fichó por el Chelsea, donde dejó número imparables. Uno de los más curiosos, aparte de su registro goleador, fue el de marcar a más equipos que nadie en la Premier League (39), así como también el líder en cantidad de goles anotados desde fuera del área (41). Después de una época dorada en el Chelsea, Lampard jugó para el Manchester City y el New York City FC. Ganó una UEFA Champions League, una UEFA Europa League, una Copa Intertoto UEFA, tres ligas premier, cuatro FA Cup, dos copas de liga y dos supercopas de Inglaterra. Fue elegido una vez en el equipo ideal de la UEFA, una vez en el equipo ideal de la FIFA, y dos veces fue el mejor jugador de la Premier League.
Kaká
Forjado en las canteras del Sao Paulo, Kaká es considerado como uno de los últimos enganches del fútbol moderno, apabullado por falsos nueves y box to boxes. En la selección brasileña quedó a deber, tras no poderla guiar a la consecución de una copa del mundo. Fue campeón en 2002 sin minutos. Su fineza y portento físico se combinaron una y otra vez en el Milan, equipo que le fichó en la temporada 2003-2004. Con los rossoneri, Kaká sumó una UEFA Champions League en Atenas. Su movilidad en cancha era un tema impresionante. Sus remates, por lo general, con destino a gol, siempre fueron una auténtica migraña para los arqueros. Y más aún, si eran desde el borde del área, eso, era casi un gol cantado. Pero un Kaká así de espectacular se extinguió el 02 de junio de 2009, cuando fichó por el Real Madrid. Ahí el brasilero comió banca y lesiones en cantidades generosas. Buscando mejor “suerte”, retornó al Milan, donde constató que la magia no regresaría más a sus pies, al menos en grandes cantidades. También volvió a Sao Paulo donde muchos pensaron que se retiraría, pero decidió irse a la MLS a estirar un poco más su fama, y ganar un par de billetes más. A los 35 prematuros años, tras reconocer que ni en broma reproduciría las antiguas hazañas milanescas, decidió colgar los botines. Ganó también dos copas confederaciones, un mundial de clubes, una liga española, una Copa del Rey, una liga italiana y una copa de Italia.
Zé Roberto
El volante brasilero de 43 años puso fin a una carrera de más de dos décadas en el balompié. Se agotan los calificativos para el más veterano de los retirados en el 2017. Su capacidad amplia para robar balones, distribuir y la visión de campo hicieron de Zé Roberto uno de los mejores futbolistas verdeamarelhos del presente siglo. En el final de su carrera, el volante jugó también como lateral izquierdo en el Palmeiras, donde jugó los últimos tres años de su brillante carrera. El andar de Zé Roberto inició en el Portuguesa, y apenas dos años y medio después de mostrarse en la Serie A de Brasil, saltó al Real Madrid, donde fue campeón de UEFA Champions League, sin apenas jugar. Tras un paso agridulce en el equipo merengue, se fue a Flamengo para recuperar fútbol, y más tarde, recaló en el Bayer Leverkusen, donde mostró su fútbol más brillante, estético y poderoso. Tras su buen suceso en el equipo aspirinero, se fue al Bayern München, donde derrochó mucho y buen fútbol. Jugó también en Santos, Gremio, Hamburgo, Al-Gharafa. Ganó también dos Copas América, dos Confederaciones, cuatro Bundesliga, cuatro copas alemanas, dos copas de liga de Alemania, un campeonato brasileño, una copa de Brasil, una liga española y una supercopa de España.
Xabi Alonso
Cuando se habla de Xabi Alonso hay varios calificativos para describirlo. Elegancia, puntería, presión, precisión… Alonso fue uno de los futbolistas que marcaron la agenda en el nuevo siglo. Se mostró en la mejor Real Sociedad en la historia contemporánea, y con Raynald Denoeux el ibérico logró “venderse” como uno de los nacientes mejores ordenadores de fútbol. El Liverpool logró pescarle antes que varios interesados, y ahí ganó una dramática e increíble UEFA Champions League en juego ante el Milan. Hizo varios años dupla con Javier Mascherano, imponiendo puño de hierro en la Premier, y formando una de las mejores sociedades que se han visto en mediocampo en dicho torneo. Luego de cinco significativos años con los Reds, se fue al Real Madrid, donde ganó su segunda UEFA Champions League. Sus últimos derroches de clase y elegancia los dio en el Bayern München, donde fue parte de una impresionante maquinaria bajo la batuta de Pep Guardiola. Alonso ganó también una copa del mundo, tres Bundesliga, una Supercopa de Alemania, dos Copas del Rey, una FA Cup, una supercopas de Europa, dos Eurocopas, una liga española, una supercopa de España y una Supercopa de Inglaterra.
Xavi Hernández
Uno de los mejores pasadores de la historia, fue Xavi Hernández. El volante bajito del Barcelona marcó una época, junto a su compatriota Xabi Alonso, dieron recitales de cómo administrar el balón en la roja. Símbolo brutal de la Masía en el nuevo siglo, Xavi se caracterizó siempre por un dominio exquisito del balón, y una capacidad increíble para descomprimir las líneas con un solo y preciso toque. El volante, durante mucho tiempo azulgrana, nunca se caracterizó por ser alguien duro en cancha, pero sí muy disciplinado y con un gran espíritu competitivo. Su toque fino estaba garantizado aún en las canchas más deplorables. Asociado esencialmente con Iniesta y Busquets, dio a finales de la pasada década y a inicios de la actual, verdaderas cátedras de cómo quebrar hasta los más difíciles sistemas defensivos. Su visión, talento y templado carácter llevaron a Xavi muy lejos. Mereció al menos un balón de oro, pero nunca lo necesitará para presumir de su capacidad. El volante tiene una barbaridad en su palmarés, ganó un total de 29 títulos colectivos entre club y selección, donde destacan cuatro UEFA Champions League y una copa del mundo. Logró también diez premios individuales.
Francesco Totti
El eterno “capitano” de la Roma, es parte de un selecto club a nivel mundial, y único en su categoría. Totti es parte de los pocos futbolistas de élite que jugaron en un solo club toda su vida. Hablar de la Roma, debe en la historia involucrar de manera inequívoca el apellido de Totti. Inició en el Sub 14 de la Roma en la temporada 1989-1990. Pese a que no goza de un cuantioso palmarés, Totti será hoy y siempre el alma del equipo romano, algo que al menos en el nuevo siglo, Lazio, su eterno rival, es incapaz de presumir. Su calidad técnica y su carácter dotaron a Totti de una fineza que poco se ve ya en los actuales jugadores en ofensiva de toda Italia. Su pegada, su visión, sus fantasías; Totti conquistó en todo el tiempo que jugó los corazones de propios y extraños. Fue una pena que en el presente siglo, la selección de Italia no pudiera disfrutar de una dupla Totti-Del Piero, ambos no congeniaban en cancha, y se llegó a decir que hasta se odiaban. Jugaban las mismas posiciones, fue un duelo de egos también. Totti ganó una Copa del Mundo, una liga italiana, un campeonato Sub 21 de Europa, una Copa de Italia, dos supercopas de Italia, una bota de oro, fue máximo goleador de liga en una ocasión, y fue elegido una vez en el mejor equipo de la UEFA.
Pirlo
Con un estilo propio bien marcado, Pirlo se hizo de un nombre en el fútbol en base a tres cosas, esencialmente: pegada, clase y sacrificio. Andrea Pirlo jugó en Brescia, Inter, Milan, Juventus y New York City. Pero fue en el Milan donde el mundo conoció a uno de los mejores cobradores de tiros libres en la historia, y no por la cantidad, sino por las bellísimas e increíbles ejecuciones. Pirlo sorprendió al mundo en uno de los más potentes Milan que se hayan visto. Con Gattuso y Ambrosini llegó a formar uno de los mediocampos defensivos más difíciles de pasar en la modernidad. En una etapa donde muchos de sus compañeros se jubilaban, Pirlo decidió en la temporada 2011-2012 estirar su calidad, y demostrar que los cambios en la veteranía no podían pasar desapercibidos. Con la Juventus logró ser subcampeón de UEFA Champions League, competición que ganó en dos ocasiones con el equipo rossonero. También sumó una Copa del Mundo, que coronó el esfuerzo y la currícula de muchos compatriotas suyos. Diecinueve premios colectivos y tres a nivel individual, formaron parte de la carta de presentación de uno de los mejores volantes del Siglo XXI.
Rosicky
El mediapunta checo se caracterizó siempre por tener piernas sumamente doctas. Forjado en las canteras del mítico Sparta Praga, “Mozart” decidió colgar los botines tras una carrera brillante en el más alto nivel. Nadie olvidará que Rosicky formó a uno de los cuadros más temibles de Europa, uno que timoneaba y dirigía con naturalidad y enorme destreza, la selección de República Checa dirigida por Karel Brückner. Tras romperla con el equipo de la capital checa, Rosikcy partió hacia Alemania, específicamente al Borussia Dortmund, donde fue finalista de Copa UEFA y ganó una Bundesliga. Ello le hizo fichar por el Arsenal, que tuvo un drástico cambio con la retirada de jugadores emblemáticos y un cambio de escenario. Rosicky lideró ese proyecto que dejaron Bergkamp, Parlour, Adams, y varios más. Derrochó alto fútbol con Thierry Henry y Robin van Persie. Las lesiones muchas veces le marginaron de tener un rendimiento más sostenido, y ser más fundamental para el equipo. Pese a los pincelazos mostrados en el equipo gunner, Rosicky nunca volvió a ser el mismo, con ese punch y ese liderazgo que le caracterizó en el Dortmund. Los últimos dos años de su carrera los terminó en el equipo que lo vio nacer. Tres ligas checas, una FA Cup y una supercopa de Inglaterra forman parte de sus logros.
Dirk Kuyt
Producto de las canteras del FC Utrecht, Kuyt llegó en la temporada 2003-2004 al Feyenoord para ser el recambio de grandes estrellas que habían dejado el techo bien alto con la obtención de la Copa UEFA. Nombres como Tomasson o Van Hooijdonk o el mismo Van Persie fueron remplazados por un delantero que no era muy fino técnicamente, pero estaba posicionado donde tenía que estar, y era capaz de aguantar al balón, girar y apoyarse. Kuyt junto a Salomon Kalou hicieron las delicias en Holanda con un Feyenoord que estuvo a punto de ganar la Eredivisie, de no ser por un PSV mejor conjuntado. Kuyt se fue al Liverpool en la temporada 2006-2007, donde metió alma, vida y corazón a un Liverpool en apogeo, que buscaba seguir siendo protagonista en UEFA Champions League, competición en la que el holandés fue subcampeón. Kuyt representó en su momento al legendario Robbie Fowler, quien compartía características con el holandés. Peleón, de potente remate, encarador; ninguno se amilanaba por luchas con defensas que les “doblaran” en corpulencia. Tras un proyecto que se cayó por la fuga de muchas piezas fundamentales, Kuyt se fue al Fenerbache, donde por tres años saboreó y dio batalla en el infierno turco, para finalmente volver al equipo que le dio espacio en la élite. De nuevo en el Feyenoord de Rotterdam, Kuyt logró una liga bajo el mando de Giovanni van Bronckhorst este año. El equipo no la obtenía desde hacía 18 años. Se retiró en lo alto, y con mucha emotividad.